Antes de que Antonio Guzmán Blanco llegara para expulsar a las Carmelitas del que fue su convento por años, las religiosas se ganaron una gran reputación, especialmente por los deliciosos banquetes que preparaban para la élite caraqueña. Allí, en los recintos de aquella casa de recogimiento, se preparaban increíbles viandas y confites que las familias más acomodadas de la capital venezolana pedían por encargo para sus fiestas y agasajos.
http://www.historiasdecaracas.com/rafael-sarria-carmelitas-de-convento-a-oficina-postal/
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